Cada día, Marga nos hace la comida del comedor en nuestra cocina

En nuestra cocina del cole, Marga, nuestra cocinera, prepara los alimentos que comemos cada día en el comedor. Tener una cocina propia en un centro educativo aporta muchos beneficios. En primer lugar, permite controlar directamente la calidad y frescura de los ingredientes que se utilizan en las comidas y garantiza que están en perfectas condiciones. Además, las cocinas permiten adaptar los menús a las necesidades específicas de los niños, teniendo en cuenta las alergias y las preferencias alimentarias. El enfoque nutricional es fundamental para el desarrollo físico y cognitivo de los alumnos y una cocina propia facilita la implementación de prácticas saludables. Asimismo, al preparar las comidas por dentro se reduce la dependencia de los servicios de catering o de los alimentos preenvasados, lo que fomenta la sostenibilidad. Por último, el personal de cocina se encarga no sólo de preparar los alimentos, sino también de educar al alumnado en torno a la alimentación, fomentando hábitos saludables y valores relacionados con la salud y el bienestar general.